martes, 23 de marzo de 2010

REPORTAJES PARA LA CLASE / BORRADORES

EL GRAN PIRATA

Ocho años de experiencia en el mercado. En su computadora guarda una cantidad incalculable de software, juegos y películas, algunas que ni siquiera han estrenado en la Isla. Ante la situación económica actual, notó que su archivo podía convertirse en un nuevo producto que le daría un beneficio único. Poco a poco desarrolló su clientela, y hoy, es uno de los distribuidores de material pirateado más grande en Puerto Rico.

“Yo soy mi propio jefe y tengo empleados”, dice el vendedor, quien pidió que su nombre quedara en el anonimato y que es parte del negocio de la piratería que tanto ha crecido a nivel internacional. Con contactos en más de 10 países, entre ellos España, México y Estados Unidos, este individuo genera ganancias aproximadas de más de dos mil dólares en un fin de semana. Pero, las ganancias de estos vendedores, han causado grandes pérdidas a las industrias del cine, música, programación y otras empresas.

En el 2004, el 46 por ciento del software instalado en las computadoras personales en Puerto Rico fue pirateado, mientras que las pérdidas por piratería aumentaron de 11 millones de dólares en el 2003, a 15 millones de dólares en el 2004. Estos son algunos de los hallazgos claves de un estudio de piratería mundial divulgado por Business Software Alliance (BSA), y realizado por International Data Corporation (IDC), líder global en investigación en tecnología.

A pesar de que la tasa de piratería ha bajado en los últimos años, la regulación de esta actividad ilícita se ha hecho muy difícil. En una nota publicada en el periódico Primera Hora, Manuel E. Rodríguez, investigador privado de la Motion Picture Association of America (MPAA), dijo que las autoridades están colaborando para erradicar el negocio de la piratería en Puerto Rico, que anualmente deja pérdidas multimillonarias en la industria cinematográfica y el Gobierno.

Puerto Rico ocupa el tercer lugar, después de Canadá y Nueva York, en la práctica ilegal de la piratería de películas, según el portavoz de las empresas de Caribbean Cinemmas en Puerto Rico, Joe Ramos. Pero, para el comercio legal en Estados Unidos, la piratería representa una pérdida de 100,000 millones de dólares, según las investigaciones realizadas por el Quinto Congreso Mundial sobre la Lucha contra la Falsificación y la Piratería.

En Puerto Rico aplican tanto las leyes estatales como federales en los casos de piratería. “Por ejemplo, la Ley del 12 de octubre de 2007, que prohíbe la reproducción y venta de películas y discos y penaliza con multas de hasta $250,000 para individuos y $500,000 para corporaciones”, explicó la abogada Ana M. Campos. A nivel federal, la Ley de Propiedad Intelectual de 1976 (US Copyright Act), que establece en una de sus secciones la penalidad criminal para todo el que reproduzca y/o distribuya obras sin el consentimiento del autor.

Al parecer la gestión de las autoridades y alianzas como la Recording Industry Association of America (RIAA), para frenar el impacto de la piratería, en su mayoría ha sido burlada. Estos vendedores han encontrado la manera de “buscárselas” y continúan dominando el mercado de las ventas subterráneas.

Lo que pasa detrás del negocio…

¡Estrenos a 4x $20! ¿Quién no se ha sentido tentado a comprar a precios ridículos los estrenos de película y cd’s del momento? ¿Cuántos no tenemos amigos que nos prestan sus películas pirateadas?

Todo comenzó cuando un amigo le pidió su ayuda para editar y arreglar películas. En ese momento decidió dejar su empleo como vendedor en una tienda, para dedicarse a la piratería. Entre risas, declara el vendedor, “Sé que no es legal este tipo de negocio por cuestión de los derechos de autor, pero entiendo q tampoco le hago daño a nadie. Los empleos están difíciles y el mismo mercado es el causante todo esto”.

El vendedor nos explica que en este negocio tiene sus clientes fijos, vendedores y otros que producen el material pirateado. “Las películas se graban en el cine con un equipo muy sofisticado y otras se obtienen por “servers” que se obtienen ya sea por privilegios o pagando una mensualidad”, explica.

Las mesas con el material pirateado se ubican comúnmente en pulgueros los fines de semana, y las maneja un solo vendedor. “Se hacen más de dos mil dólares por mesa en un fin de semana. A mis empleados, les doy un 20 por ciento de las ganancias que se generen por día”, explicó el vendedor.

Cada persona puede tener acceso para copiar discos, películas, entre otros en la comodidad de su hogar con la ayuda de la tecnología y el acceso al Internet. “Estoy consciente de que la piratería es ilegal…pero la veo como una opción más económica de ver películas y escuchar música”, dice Wilmarilis Sánchez, estudiante universitaria.

“Desde la perspectiva social puede verse como un comportamiento de gente que tiene necesidades y recurre a este tipo de negocios. Y en lo económico, en el sentido de que se generan esos ingresos para esta población. No obstante, caemos en el peligro de creer que esto justifica el que la sociedad funcione o se comporte de esta manera”, explica Glenn Martínez, estudiante de economía de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

Sea la culpa del mismo mercado, de las limitaciones a nivel social o de las penalidades, cabe señalar que la piratería es un negocio subterráneo que continuará buscando a aquellos que necesiten ganar más y a los que estén en busca de una “mejor oferta”.

Fuentes y Consultores:

    verdad-incomoda/

  • (2008) Se Reduce la Piratería. Recuperado el 3 de marzo, 2010 en
  • Schweidler, S. & Constanza, S. (2005). La Piratería. Recuperado el 3 de marzo de

Fotos:

  • Estarán adjuntas en el correo electrónico. Ambas fotos son suministradas.

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